SAGRADO TITULAR



 En cuanto a la imagen de Jesús Nazareno, fechada en la primera década del siglo XVII, podemos decir que tiene la serenidad de Martínez Montañés aunque no encaja en su estilo. Cristo baja la mirada en un gesto que no denuncia en modo alguno debilidad, sino resignación y fortaleza de ánimo. No hay gesto de dolor sino un hondo patetismo, su mirada es impenetrable, como huyendo del tiempo. El rostro tiene una expresión grave, la nariz es aguileña y la barba tiene un tratamiento sencillo, acabado en pinza. Sin embargo es la tristeza de su rostro lo que impresiona.

               
  
 La imagen, tallada en madera y policromada, se atribuye a Juan de Mesa "El Mozo". Sometida a una gran restauración dentro del siglo XVII fue articulada en su momento para adaptarla a las funciones del Viernes Santo, para impartir la tradicional bendición al pueblo al finalizar la procesión de la mañana. Tras varias intervenciones posteriores, fue felizmente restaurada en 2006 por el profesor y restaurador egabrense D. Santiago Molina Ruiz. En esta última restauración se le volvió a colocar el dispositivo para que Jesús Nazareno distribuya la bendición como lo hacía en tiempos pasados.


Esta instantánea  esta tomada el día 1 de 2006, día en el que Nuestro Padre Jesús Nazareno volvía a San Juan de Dios tras su restauración.